La función de la neuromusculatura es óptima cuando existe armonía entre las articulaciones y los dientes, si el sistema masticatorio funciona correctamente, los músculos de la masticación actúan de forma armónica y coordinada. Esto permite obtener el máximo recorrido y rendimiento en los movimientos mandibulares voluntarios, reflejos y funcionales, tales como la masticación, la deglución, el bostezo y el habla. La neuromusculatura controla los reflejos y los movimientos voluntarios de la mandíbula. La articulación temporomandibular facilita la relación de unión distal de la mandíbula con el maxilar y proporciona planos guía para el movimiento de la mandíbula hacia delante, lateralmente y hacia abajo. Los dientes proporcionan una relación vertical y distal estable de la mandíbula con el maxilar en virtud de la relación intercuspidea de los antagonistas, y establecen unos planos guía para los movimientos mandibulares anteriores y laterales en el recorrido mandibular durante el cual están en contacto. Lo que más frecuentemente altera la armonía funcional del sistema, son los dientes y la neuromusculatura. La relación intercuspidea de los dientes en una relación maxilo- mandibular vertical y horizontal estable es indispensable para que exista armonía funcional. Los dientes pueden contactar de manera que limiten o impidan el cierre y los movimientos armónicos mandibulares...
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