La preocupación por la gestión continuada implica en términos estratégicos una planificación de actividades que se concreta en planes a largo, medio y corto plazo. Las cuentas provisionales de las empresas, dado que tienen subyacente la formulación y desarrollo de una estratégica, impone un enfoque de la auditoría basado en el negocio del cliente. Esto es un nuevo paradigma que refleja la economía global de nuestros días y un abordaje polémico constituye el instrumento privilegiado de como conducir esta auditoría. Así, hoy, la auditoría valida las fuerzas y las relaciones subyacentes al riesgo económico, no limitándose, por ello, a una simple comprobación y unificación de las anotaciones contables, alargando su radio de acción hacia el análisis de la empresa como un todo
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