En los últimos meses se celebraron unas conversaciones que tuvieron como interlocutores a las grandes empresas del comercio alimenticio detallista de Europa y sus proveedores espanoles de frutas y hortalizas para tratar el tema de los residuos de pesticidas. En toda una serie de productos se siguen detectando excesos con respecto a los valores máximos. Cada vez son más las empresas comerciales detallistas que intentan conseguir que sus proveedores reduzcan aún más los niveles de residuos. Esto ha llegado a tal extremo que hay algunos supermercados que sólo quieren aceptar mercancía si ésta no supera un tercio de los residuos permitidos hasta la fecha. En Espana apenas existen soluciones amplias de tipo preventivo. Se trabaja según las normas conocidas, que prevén que los productores se dejen certificar y controlar.
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