Hoy en día, cualquier posibilidad de cambio en la nación caribe?a parecepoco viable mientras siga vivo Fidel. Las razones son de sobra conocidas. Hoy porhoy, el comandante sigue siendo la figura política central en la isla y el vértice delpoder. El caudillo lo sabe, como también sabe, al igual que la élite burocrática y militarde la isla, que no será eterno y que algún día Cuba tendrá que vivir sin él, sin el gran Fidel.En todo caso, por el bien de su nación, el comandante ya debe estar pensando en elpersonaje que será su sucesor, así como en el derrotero que éste le imprimirá a laRevolución, a la forma de interactuar con el pueblo y a la relación con los EstadosUnidos. Un futuro democrático sería lo más deseable para la isla, aunque hoy no sepercibe en presencia de Fidel.
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