Ante el ascenso electoral del pri a nivel nacional y los riesgos de regresar al poder federal en 2012, los partidos han encontrado la fórmula para restar posiciones a dicho partido. Las coaliciones electorales son la estrategia política adoptada particularmente en los comicios estatales celebrados en México durante 2010, y que tuvieron éxito en tres entidades (Oaxaca, Puebla y Sinaloa). En 2011 se prolonga esta estrategia, y los resultados del 30 de enero en Guerrero dieron el triunfo a la coalición prd-pt-Convergencia, para elegir gobernador. En este estudio se explora cómo estos partidos optaron por un candidato externo, proveniente del pri, y que tiene lazos familiares con su contendiente del pri. Se describen los métodos para elegir a los candidatos, así como los acuerdos y desencuentros de aspirantes a configurar la nueva clase política. Se analiza también el resultado del proceso electoral, visualizando un holgado triunfo de ángel Aguirre Rivero.
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