El trasplante hepático es un tratamiento que salva vidas, mejora la supervivencia y la calidad de vida. El procedimiento requiere de una adecuada selección de los receptores, llevada a cabo por un equipo multidisciplinario. La evaluación psicosocial es necesaria para la selección de los receptores y tiene como objetivos principales la identificación de problemas y necesidades psicosociales del paciente y su familia para mejorar los resultados del trasplante. Diferentes condiciones psicosociales son consideradas factores de riesgo para morbimortalidad posterior al trasplante. La presencia de estos factores por sí solos no es considerada contraindicación absoluta, por lo que una adecuada evaluación promueve la equidad en el acceso a la salud, mejora los resultados y optimiza los recursos. Esta revisión proporciona una visión general y una guía de los aspectos psicosociales más importantes durante la fase pretrasplante.
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