La pandemia actual por SARS-CoV-2 presenta desafíos específicos para los profesionales de salud en elcampo de la atención sanitaria. En este contexto de emergencia, la comunicación de malas noticias tomaespecial relevancia por el modo particular en que debe llevarse a cabo: la necesidad de mantener distanciamiento sanitario y las restricciones de movilidad impuestas a la población general hacen que esta tarea debaser realizada, muchas veces, de manera remota, en su mayoría mediante llamados telefónicos. Esto enfrentaa los profesionales a una serie de obstáculos particulares: a) la mayoría de ellos poseen escasa o nula formación sobre esta clase de habilidades comunicativas, b) la comunicación efectiva de malas noticias depende,en gran parte, del lenguaje corporal utilizado, ausente en este tipo de intercambios, y c) dado que este tipode diálogo remoto no es recomendable -con excepción de circunstancias particulares como la actual- existeescasa literatura disponible para guiar a quienes deben cumplir esta tarea. Este manuscrito ofrece recomendaciones sobre pautas básicas para la comunicación remota de malas noticias por teléfono, en situacionesen las cuales no se pueda llevar a cabo esta tarea de forma presencial. Se presenta una propuesta estructurada en torno de cuatro “momentos” para orientar la transmisión de malas noticias a distancia, con el finde mejorar los cuidados a pacientes, familiares y cuidadores durante este intercambio y también reducir elimpacto negativo que este intercambio tiene sobre los profesionales de la salud.
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