El autoempleo será una buena forma de empleo para las mujeres en la medida en que su mayor flexibilidad en tiempos y lugar de prestación de actividad, les permitirá atender, en muchos casos, responsabilidades familiares. Ahora bien, esta flexibilidad en el empleo habrá de completarse con medidas que respondan a sus necesidades propias como profesionales al frente de una actividad profesional y a otras que comparten con las trabajadoras por cuenta ajena. En este sentido, el diseño actual de la conciliación de vida familiar-trabajo de la trabajadora por cuenta propia se queda corto y, en ocasiones, se sitúa de espaldas a derechos y valores constitucionales. Junto a ello, la flexibilidad en el empleo, habría de completarse con flexibilidad en la cotización a través de la construcción del autónomo a tiempo parcial o de la posibilidad de cotizar sólo por encima de un determinado nivel de ingresos o de forma modulable en función de estos. Ello contribuiría a dar entrada, seguro, a nuevas oportunidades y proyectos de autoempleo que se conformarían, de verdad, como una forma de empleo real para las mujeres, alternativa al trabajo asalariado. Entretanto, la tarifa plana de cotización es insuficiente y debería preverse una duración superior, especialmente para las mujeres, así como otras Políticas y medidas en materia de financiación de proyectos de emprendimiento ante las mayores dificultades en este terreno de las mujeres o dirigidas a la potenciación de redes de colaboración.
展开▼