En este trabajo se trata de localizar y desarrollar lo que podría denominar una "teoría de la apariencia" a partir de los textos que conforman el proyecto de Marx de una "crítica de la economía política". En efecto, creemos que tal proyecto de Marx, a saber, el de la revolución y fundación de una nueva ciencia mediante la crítica, hace uso de ciertos conceptos que sólo pueden ser comprendidos en diálogo con la tradición filosófica -especialmente, con Aristóteles y Hegel. Y no sólo esos: trataremos de presentar el pensamiento de Marx como el proyecto de fundación de una ontología crítica, que pregunta por el ser del ente en su determinación histórica -qué significa ser cosa en general "bajo las condiciones del modo de producción capitalista", como Marx lo formula frecuentemente, para dejar ver que se trata aquí de una determinación estructural que atañe al ser mismo de lo que hay. Creemos que el hilo conductor clave para plantear estas cuestiones se encuentra en los conceptos de "fetichismo" y "mistificación". Con estos términnos, Marx designa cienrtos "fenómenos (Phänomene) o "fomras de aparición" (Erscheinungsformen), que no son sin embargo una mera apariencia (blober Schein) o ilusión que pudiera disolverse mediante un conocimiento adecuado. Se trata aquí, para Marx, las formas de aparición necesarias de ciertas relaciones efectivamente reales (wirkliche Verhältnisse), que aparecen invertidas o de otro modo a como son, pero que sólo existen precisamente en estas formas. Éstas formas de aparción son "la forma de su realidad efectiva o, más bien, su forma efectiva de existencia". Sería un error, insiste Marx, tomarlas como un "mero engaño subjetivo": uno pasaría por alto cómo "la forma de representación emana de la relación real misma, cómo la última no es expresión de la primera, sino al contrario." A la realidad como tal le es intrínseco un cierto carácter de ocultamiento: lo que aparece no deja ver inmediatamente sus condiciones de aparición. Se requiere, entonces, una aclaración de los conceptos de "aparición" y "realidad" que están aquí en juego; de lo que se trata no es, en cualquier caso, del concepto de realidad que uno suele denominar "marxista". Desaparece aquí la denuncia deuna "ideología" como velo o engaño que se impone al conocimiento correcto de una realidad transparente accesible de derecho a sujeto, en favor de un análisis ontológico de relaciones efectivamente existentes que adoptan sus propias formas de manifestación. El desfase tiene lugar en el nivel del ser, no del conocimiento. Además de permitirnos plantear estas cuestiones, el estudio de los conceptos de fetichismo y mistificación es el fundamento de nuestra propuesta interpretativa de la crítica de la economía política de Marx: habremos de mostrar, en el nivel interno de exégesis del texto, que el análisis de las formas de fetichismo y mistificación nos proporciona un cierto esqueleto o principio de inteligibilidad con el que organizar internamente y dotar de unidad y estructura al conjunto integral de la crítica de la economía política. Es esta problemática de las "formas de aparición" entonces, nos parece, y no otros temas recurrentes en el marxismo ortodoxo -materialismo dialéctico, infraestructura/superestructura, materialismo histórico, etc -, la única dimensión dentro de la cual "sería posible una conversación productiva con el marxismo", como reclamaba Heidegger en "Carta sobre el humanismo". Esta conversación de Marx con la filosofía requeriría, siguiendo pistas de Heidegger, pensar de nuevo qué pueda significar el materialismo. Para Heidegger, "la esencia del materialismo no consiste en la afirmación de que todo sea materia, sino más bien en la determinación metafísica conforme a la cual todo ente aparece como material de trabajo". En otro lugar, Heidegger denomina la posición fundamental del materialismo "metafísica (desde el punto de vista de la historia del ser)". Heidegger señala esto a propósito de la discursión de Aristóteles
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